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Mostrando entradas de julio, 2011

Mi patria es la lengua

Por María Teresa Gallego Urrutia Porque me ha gustado mucho y me ha emocionado el trujamán del 11 de marzo de mi amigo y colega Adan Kovacsics, me permito añadirle una a modo de posdata. Dice Adan en Heridas del lenguaje «A la pregunta: “¿Cómo llegó usted a la traducción?”, nadie contestó en aquella mesa redonda diciendo que fue una opción profesional como otra cualquiera; todos se refirieron a fallas o heridas». Y al leerlo pensé que, en mi caso, debería referirme más bien a lo contrario: la lengua que me hizo bilingüe fue, más bien, el bálsamo que curó una herida, el refugio que me amparó. Nacida en la posguerra de la Guerra Civil española y en una familia de vencidos, del exilio interior, creo que sentí inconscientemente desde muy pequeña, la lengua en que vivía como una agresión. No de paredes de mi casa para adentro, donde las palabras eran otras; ni en los libros que se alineaban en las paredes de mi casa; pero sí en el mundo exterior. Ese mundo exterior que se metía dentro de ca

Proteger el idioma para subsistir

[caption id="attachment_177" align="alignleft" width="180"] Emblema de la Casa Real de Wessex[/caption] Inglaterra, siglo IX. Una nación que aún no existía, ya que el territorio de la actual Inglaterra se encontraba dividido en siete reinos: al norte, Northumbria; en el centro, Mercia; en sl sureste, East Anglia y Kent; y en el sur, los tres reinos sajones, Sussex, Essex, y Wessex. Estos reinos siempre habían luchado entre sí; se unián, se aliaban o guerreaban continuamente, además de tener que lidiar con las persistentes incursiones y saqueos de los escoceses en el norte y los galeses en el oeste. Por si las dificultades no eran pocas, los reinos Anglosajones tuvieron que hacer frente a una amenaza aún mayor. Algo que no sólo amenazaba su territorio, sino su cultura, su forma de entender la vida... su lengua. A finales del siglo XVIII, el reino de Northumbria comenzó a sufrir los primeros ataques y saqueos del terror que vino del este: los vikingos. Fero