[caption id="attachment_177" align="alignleft" width="180"] Emblema de la Casa Real de Wessex[/caption]
Inglaterra, siglo IX. Una nación que aún no existía, ya que el territorio de la actual Inglaterra se encontraba dividido en siete reinos: al norte, Northumbria; en el centro, Mercia; en sl sureste, East Anglia y Kent; y en el sur, los tres reinos sajones, Sussex, Essex, y Wessex. Estos reinos siempre habían luchado entre sí; se unián, se aliaban o guerreaban continuamente, además de tener que lidiar con las persistentes incursiones y saqueos de los escoceses en el norte y los galeses en el oeste.
Por si las dificultades no eran pocas, los reinos Anglosajones tuvieron que hacer frente a una amenaza aún mayor. Algo que no sólo amenazaba su territorio, sino su cultura, su forma de entender la vida... su lengua. A finales del siglo XVIII, el reino de Northumbria comenzó a sufrir los primeros ataques y saqueos del terror que vino del este: los vikingos. Feroces y desalmados, los vikingos se ensañaron con la población, arrasando todo cuanto encontraron a su paso, en especial los monasterios que, más que centros religiosos, eran templos de sabiduría, donde se almacenaba el conocimiento, y donde los monjes se dedicaban a copiar obras literarias y tratados científicos. Se dice que en estos saqueos se perdió la mayor parte de los documentos escritos en inglés antiguo.
[caption id="attachment_178" align="alignright" width="300"] Las hordas vikingas arrasaron todo a su paso al invadir Inglaterra[/caption]
En un principio, los vikingos sólo saqueaban y se retiraban, pero poco después comenzaron a asentarse en territorio inglés, llegando a dominar más de la mitad del territorio que ocupaban los reinos de la heptarquía anglosajona. En la segunda mitad del siglo IX, sólo el reino de Wessex sobrevivió al embate vikingo. La cultura, la religión (cristiana) y la lengua de los anglosajones estaba en serio peligro.
Fue entonces que surgió la figura del rey Alfredo "el Grande." Su padre y sus tres hermanos fueron reyes de Wessex antes de que Alfredo subiera al trono en el año 871. Alfredo dedicó su vida a combatir a los vikingos daneses, y les venció y fue derrotado por ellos casi por igual. Intentó pactar la paz con los daneses en varias ocasiones, pero los vikingos siempre faltaron a su palabra. Él mismo se autodenominó "Rey de los anglosajones," o "Rey de Inglaterra," ya que fue rey del único reino que no estaba bajo control de los vikingos.
[caption id="attachment_179" align="alignleft" width="162"] Estatua del Rey Alfredo "el Grande" en Winchester[/caption]
Alfredo sabía que, para subsistir, debía proteger algo que estaba en serio peligro: la lengua inglesa. El inglés era, para entonces, un idioma sólidamente asentado y desarrollado. La producción literaria había sido fructífera durante prácticamente 300 años. Poemas como "The Wanderer," "The Seafarer," "The Wife's Lament," "The Dream of the Rood" y, por supuesto, "Beowulf," posiblemente la obra maestra de la literatura inglesa desde sus inicios hasta Chaucer y Shakespeare. Alfredo sabía que en esos momentos de guerra, la producción literaria en inglés era escasa, o prácticamente nula. Así que, se puso manos a la obra, y mientras combatía en el campo de batalla, también daba órdenes de que se tradujeran textos del latín al inglés, e incluso él mismo llegó a escribir varios documentos, como por ejemplo uno en el que explica su visión de la educación, un escrito que sentó las bases para una gran reforma educativa que lideró el monarca sajón. Propició que se escribieran narraciones y poemas sobre las grandes batallas que se libraban contra los vikingos. Bajo el auspicio de Alfredo, al final de su reinado, se empezó a escribir una obra que junto a "Historia Eclesiastica Gentis Anglorum" de Beda "el Venerable," supone la primera referencia histórica de aquellos tiempos: "Las Crónicas Anglosajonas."
Wessex fue invadido por los daneses en varias ocasiones, pero Alfredo y su gente siempre lograron expulsarlos. Wessex subsistió porque el rey Alfredo lo defendió con la espada y con la pluma. La lengua inglesa subsistió porque encontró a su campeón en el momento en que más lo necesitó. Puede que muchos otros gobernantes, intelectuales o escritores hayan hecho mucho por engrandecer y preservar un idioma, pero seguro, que nadie apostó tan fuerte por un idioma como el rey Alfredo "el Grande," para muchos, el verdadero primer rey de Inglaterra.
Inglaterra, siglo IX. Una nación que aún no existía, ya que el territorio de la actual Inglaterra se encontraba dividido en siete reinos: al norte, Northumbria; en el centro, Mercia; en sl sureste, East Anglia y Kent; y en el sur, los tres reinos sajones, Sussex, Essex, y Wessex. Estos reinos siempre habían luchado entre sí; se unián, se aliaban o guerreaban continuamente, además de tener que lidiar con las persistentes incursiones y saqueos de los escoceses en el norte y los galeses en el oeste.
Por si las dificultades no eran pocas, los reinos Anglosajones tuvieron que hacer frente a una amenaza aún mayor. Algo que no sólo amenazaba su territorio, sino su cultura, su forma de entender la vida... su lengua. A finales del siglo XVIII, el reino de Northumbria comenzó a sufrir los primeros ataques y saqueos del terror que vino del este: los vikingos. Feroces y desalmados, los vikingos se ensañaron con la población, arrasando todo cuanto encontraron a su paso, en especial los monasterios que, más que centros religiosos, eran templos de sabiduría, donde se almacenaba el conocimiento, y donde los monjes se dedicaban a copiar obras literarias y tratados científicos. Se dice que en estos saqueos se perdió la mayor parte de los documentos escritos en inglés antiguo.
[caption id="attachment_178" align="alignright" width="300"] Las hordas vikingas arrasaron todo a su paso al invadir Inglaterra[/caption]
En un principio, los vikingos sólo saqueaban y se retiraban, pero poco después comenzaron a asentarse en territorio inglés, llegando a dominar más de la mitad del territorio que ocupaban los reinos de la heptarquía anglosajona. En la segunda mitad del siglo IX, sólo el reino de Wessex sobrevivió al embate vikingo. La cultura, la religión (cristiana) y la lengua de los anglosajones estaba en serio peligro.
Fue entonces que surgió la figura del rey Alfredo "el Grande." Su padre y sus tres hermanos fueron reyes de Wessex antes de que Alfredo subiera al trono en el año 871. Alfredo dedicó su vida a combatir a los vikingos daneses, y les venció y fue derrotado por ellos casi por igual. Intentó pactar la paz con los daneses en varias ocasiones, pero los vikingos siempre faltaron a su palabra. Él mismo se autodenominó "Rey de los anglosajones," o "Rey de Inglaterra," ya que fue rey del único reino que no estaba bajo control de los vikingos.
[caption id="attachment_179" align="alignleft" width="162"] Estatua del Rey Alfredo "el Grande" en Winchester[/caption]
Alfredo sabía que, para subsistir, debía proteger algo que estaba en serio peligro: la lengua inglesa. El inglés era, para entonces, un idioma sólidamente asentado y desarrollado. La producción literaria había sido fructífera durante prácticamente 300 años. Poemas como "The Wanderer," "The Seafarer," "The Wife's Lament," "The Dream of the Rood" y, por supuesto, "Beowulf," posiblemente la obra maestra de la literatura inglesa desde sus inicios hasta Chaucer y Shakespeare. Alfredo sabía que en esos momentos de guerra, la producción literaria en inglés era escasa, o prácticamente nula. Así que, se puso manos a la obra, y mientras combatía en el campo de batalla, también daba órdenes de que se tradujeran textos del latín al inglés, e incluso él mismo llegó a escribir varios documentos, como por ejemplo uno en el que explica su visión de la educación, un escrito que sentó las bases para una gran reforma educativa que lideró el monarca sajón. Propició que se escribieran narraciones y poemas sobre las grandes batallas que se libraban contra los vikingos. Bajo el auspicio de Alfredo, al final de su reinado, se empezó a escribir una obra que junto a "Historia Eclesiastica Gentis Anglorum" de Beda "el Venerable," supone la primera referencia histórica de aquellos tiempos: "Las Crónicas Anglosajonas."
Wessex fue invadido por los daneses en varias ocasiones, pero Alfredo y su gente siempre lograron expulsarlos. Wessex subsistió porque el rey Alfredo lo defendió con la espada y con la pluma. La lengua inglesa subsistió porque encontró a su campeón en el momento en que más lo necesitó. Puede que muchos otros gobernantes, intelectuales o escritores hayan hecho mucho por engrandecer y preservar un idioma, pero seguro, que nadie apostó tan fuerte por un idioma como el rey Alfredo "el Grande," para muchos, el verdadero primer rey de Inglaterra.