En un mundo globalizado donde hay movilidad frecuente entre individuos de distintas naciones es fundamental reconocer y comprender el concepto de choque cultural, conocer las razones de su existencia así como sus etapas, y síntomas con el fin de desempeñarse de una forma más exitosa en ambientes multiculturales.
El fenómeno del choque cultural se define de acuerdo al psicólogo norteamericano R. W. Brislin como “las tensiones y sentimientos de malestar que resultan de “tener que satisfacer las necesidades cotidianas, como son alimentarse, cuidar la salud y mantener las relaciones interpersonales en formas a las que no se está acostumbrado”.
El choque cultural no es una enfermedad, pero es una reacción al stress que provoca lo nuevo y a lo que no se está familiarizado.
El término “choque” por lo tanto no es adecuado ya que las reacciones que genera se presentan de forma gradual y de manera inconsciente, mientras que el término en inglés se refiere a una reacción que se da de inmediato y de forma consciente .
El choque cultural puede darse por las siguientes causas:
1. Enfrentamiento de culturas internas. Esto implica que todo lo que un individuo ha aprendido durante su vida no es necesariamente válido en otra cultura.
2. Fracaso en la comunicación. Es la situación en donde un individuo se enfrenta a un nuevo idioma, nuevos gestos y nuevos significados porque su contexto cultural ha cambiado.
3. Pérdida de signos y códigos. El individuo pierde sus modelos culturales de interpretación que siempre lo habían ayudado hasta entonces a entender su medio ambiente. Los códigos y símbolos que en casa interpretaba de manera automática y a nivel inconsciente necesitan ser monitoreados con mayor atención y esfuerzo en la nueva cultura para asegurar cierto grado de entendimiento.
Estos signos incluyen las mil y un formas en que nos comportamos en situaciones de la vida diaria como cuando saludamos o conocemos a alguien, cuándo y en qué circunstancias dar una propina, cómo hacer compras, cuándo aceptar y rechazar una invitación, distinguir entre una conversación seria y cuando se esta bromeando. Estos códigos o signos, que pueden ser palabras, gestos, expresiones faciales, son costumbres o normas adquiridas durante el curso de nuestro crecimiento y forman parte de nuestra cultura y del idioma que hablamos o de los valores que aceptamos socialmente. Nuestra confianza y tranquilidad depende de todos estos signos que manejamos a un nivel subconsciente.
4. Crisis de identidad. La persona pierde la noción de quién es. Cuando el sujeto reflexiona las diferencias entre sus perspectivas, ansiedad, enojo, resentimiento y lo que percibe y experimenta diariamente siente fuertes emociones generalmente negativas. Se piensa que son negativas o de rechazo porque la cultura anfitriona es evaluada por el individuo de una forma etnocéntrica, dicho de otra forma de acuerdo a su propia cultura, la cual es vista con una perspectiva positiva.
La pérdida de aserción aunada a la fatiga que provoca mantenerse de manera consciente concentrado en lo que lo que normalmente hacia de forma automática produce respuestas negativas asociadas al choque cultural. Estas respuestas pueden ser:
Miedo, frustración, insomnio, nostalgia por el país de origen, impaciencia, dolor de cabeza, apego a los individuos de la misma cultura, aislamiento y necesidad de comer mucho.
Existen diversos estudios sobre las etapas en la experiencia del choque cultural. En este trabajo se hace referencia a las establecidas por Oberg y Adler que son muy similares.
Luna de Miel, contacto intercultural. Sucede al principio del encuentro intercultural. Se sostienen las relaciones interpersonales afables y superficiales con los individuos del país anfitrión. Se producen sentimientos de entusiasmo, euforia y afán de encontrar novedades.
Crisis, desintegración. En esta etapa todo lo que le parecía atractivo le provoca pérdida de autoestima al individuo ya que se da cuenta de que la manera en que se actúa no es la adecuada para su contexto. Adler percibe dos aspectos de esta etapa: desintegración que sería propiamente la crisis; la otra es la reintegración.
Recuperación, autonomía. En esta etapa la persona encuentra formas de manejar las nuevas situaciones y empieza a superar las emociones y los sentimientos que experimentaron durante la etapa de crisis. El individuo se muestra relajado y es capaz de mantener relaciones interpersonales cálidas. Manifiesta seguridad en sí mismo y es capaz de simpatizar con los demás.
Adaptación, independencia. Para los dos autores, si el individuo llegara a experimentar la última etapa del choque será capaz de trabajar en su nuevo entorno y además disfrutar las experiencias en que vive. En esta etapa puede realizarse plenamente, se expresa sin dificultades y es creativo. Es capaz de expresar humor, de confiar en las personas y amarlas.
¿Pero qué se puede hacer para enfrentarlo? Brislin distingue entre los factores del contexto y los antecedentes históricos al referirse a la habilidad de un individuo para sobreponerse el choque cultural que son externos a la persona. El individuo tiene que aprender a vivir con esos elementos del nuevo contexto, si desea alcanzar los objetivos de su visita.
Los elementos históricos o antecedentes son los límites sociales impuestos en todas las relaciones intergrupales por cada grupo social que forman parte de su cultura. Entre los elementos que se incluyen está la historia de las relaciones entre los diversos grupos étnicos dentro de un país, y las normas que rigen lo que se considera aceptable y lo no aceptable en cuanto al contacto entre los individuos de los diferentes grupos. Otro elemento histórico puede ser la forma en que un sujeto fue educado. Los elementos históricos son todos los aspectos del entorno del individuo en donde nace, los que se espera adquiera y acepte para llegar a ser un miembro “normal” y funcional de la Sociedad a que pertenece.
Brislin considera que el individuo difícilmente podrá adaptarse a los elementos históricos, sin embargo los factores del contexto son controlables a través del aprendizaje y le permitirán obtener una experiencia intercultural positiva.
Es importante reconocer que si bien el choque cultural es una experiencia que conlleva aspectos negativos también puede tener aspectos positivos como son: incremento en la apertura de pensamiento, presentación de nuevas perspectivas sobre el mundo, ayuda al crecimiento personal, provoca reflexión sobre la propia cultura e incrementa la tolerancia hacia la ambigüedad.
También se considera que el aspecto central para superar el choque cultural es reconocerlo así como prepararse e informarse respecto a las costumbres, valores, historia y conductas del país anfitrión con el fin de poder confrontarlos.
Fuente: Cortés, Gabriela, 2002, "El Choque Cultural". Disponible en el ARCHIVO de Tiempo y Escritura en http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/elchoquecultural.htm
El fenómeno del choque cultural se define de acuerdo al psicólogo norteamericano R. W. Brislin como “las tensiones y sentimientos de malestar que resultan de “tener que satisfacer las necesidades cotidianas, como son alimentarse, cuidar la salud y mantener las relaciones interpersonales en formas a las que no se está acostumbrado”.
El choque cultural no es una enfermedad, pero es una reacción al stress que provoca lo nuevo y a lo que no se está familiarizado.
El término “choque” por lo tanto no es adecuado ya que las reacciones que genera se presentan de forma gradual y de manera inconsciente, mientras que el término en inglés se refiere a una reacción que se da de inmediato y de forma consciente .
El choque cultural puede darse por las siguientes causas:
1. Enfrentamiento de culturas internas. Esto implica que todo lo que un individuo ha aprendido durante su vida no es necesariamente válido en otra cultura.
2. Fracaso en la comunicación. Es la situación en donde un individuo se enfrenta a un nuevo idioma, nuevos gestos y nuevos significados porque su contexto cultural ha cambiado.
3. Pérdida de signos y códigos. El individuo pierde sus modelos culturales de interpretación que siempre lo habían ayudado hasta entonces a entender su medio ambiente. Los códigos y símbolos que en casa interpretaba de manera automática y a nivel inconsciente necesitan ser monitoreados con mayor atención y esfuerzo en la nueva cultura para asegurar cierto grado de entendimiento.
Estos signos incluyen las mil y un formas en que nos comportamos en situaciones de la vida diaria como cuando saludamos o conocemos a alguien, cuándo y en qué circunstancias dar una propina, cómo hacer compras, cuándo aceptar y rechazar una invitación, distinguir entre una conversación seria y cuando se esta bromeando. Estos códigos o signos, que pueden ser palabras, gestos, expresiones faciales, son costumbres o normas adquiridas durante el curso de nuestro crecimiento y forman parte de nuestra cultura y del idioma que hablamos o de los valores que aceptamos socialmente. Nuestra confianza y tranquilidad depende de todos estos signos que manejamos a un nivel subconsciente.
4. Crisis de identidad. La persona pierde la noción de quién es. Cuando el sujeto reflexiona las diferencias entre sus perspectivas, ansiedad, enojo, resentimiento y lo que percibe y experimenta diariamente siente fuertes emociones generalmente negativas. Se piensa que son negativas o de rechazo porque la cultura anfitriona es evaluada por el individuo de una forma etnocéntrica, dicho de otra forma de acuerdo a su propia cultura, la cual es vista con una perspectiva positiva.
La pérdida de aserción aunada a la fatiga que provoca mantenerse de manera consciente concentrado en lo que lo que normalmente hacia de forma automática produce respuestas negativas asociadas al choque cultural. Estas respuestas pueden ser:
Miedo, frustración, insomnio, nostalgia por el país de origen, impaciencia, dolor de cabeza, apego a los individuos de la misma cultura, aislamiento y necesidad de comer mucho.
Existen diversos estudios sobre las etapas en la experiencia del choque cultural. En este trabajo se hace referencia a las establecidas por Oberg y Adler que son muy similares.
Luna de Miel, contacto intercultural. Sucede al principio del encuentro intercultural. Se sostienen las relaciones interpersonales afables y superficiales con los individuos del país anfitrión. Se producen sentimientos de entusiasmo, euforia y afán de encontrar novedades.
Crisis, desintegración. En esta etapa todo lo que le parecía atractivo le provoca pérdida de autoestima al individuo ya que se da cuenta de que la manera en que se actúa no es la adecuada para su contexto. Adler percibe dos aspectos de esta etapa: desintegración que sería propiamente la crisis; la otra es la reintegración.
Recuperación, autonomía. En esta etapa la persona encuentra formas de manejar las nuevas situaciones y empieza a superar las emociones y los sentimientos que experimentaron durante la etapa de crisis. El individuo se muestra relajado y es capaz de mantener relaciones interpersonales cálidas. Manifiesta seguridad en sí mismo y es capaz de simpatizar con los demás.
Adaptación, independencia. Para los dos autores, si el individuo llegara a experimentar la última etapa del choque será capaz de trabajar en su nuevo entorno y además disfrutar las experiencias en que vive. En esta etapa puede realizarse plenamente, se expresa sin dificultades y es creativo. Es capaz de expresar humor, de confiar en las personas y amarlas.
¿Pero qué se puede hacer para enfrentarlo? Brislin distingue entre los factores del contexto y los antecedentes históricos al referirse a la habilidad de un individuo para sobreponerse el choque cultural que son externos a la persona. El individuo tiene que aprender a vivir con esos elementos del nuevo contexto, si desea alcanzar los objetivos de su visita.
Los elementos históricos o antecedentes son los límites sociales impuestos en todas las relaciones intergrupales por cada grupo social que forman parte de su cultura. Entre los elementos que se incluyen está la historia de las relaciones entre los diversos grupos étnicos dentro de un país, y las normas que rigen lo que se considera aceptable y lo no aceptable en cuanto al contacto entre los individuos de los diferentes grupos. Otro elemento histórico puede ser la forma en que un sujeto fue educado. Los elementos históricos son todos los aspectos del entorno del individuo en donde nace, los que se espera adquiera y acepte para llegar a ser un miembro “normal” y funcional de la Sociedad a que pertenece.
Brislin considera que el individuo difícilmente podrá adaptarse a los elementos históricos, sin embargo los factores del contexto son controlables a través del aprendizaje y le permitirán obtener una experiencia intercultural positiva.
Es importante reconocer que si bien el choque cultural es una experiencia que conlleva aspectos negativos también puede tener aspectos positivos como son: incremento en la apertura de pensamiento, presentación de nuevas perspectivas sobre el mundo, ayuda al crecimiento personal, provoca reflexión sobre la propia cultura e incrementa la tolerancia hacia la ambigüedad.
También se considera que el aspecto central para superar el choque cultural es reconocerlo así como prepararse e informarse respecto a las costumbres, valores, historia y conductas del país anfitrión con el fin de poder confrontarlos.
Fuente: Cortés, Gabriela, 2002, "El Choque Cultural". Disponible en el ARCHIVO de Tiempo y Escritura en http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/elchoquecultural.htm